Cincuenta y Tres

So, I need to think. 

Al principio, cuando empecé las consultas y todo, no pensé en recibir un diagnóstico. Imaginé que tendría problemas pero nada fuera de lo rutinario: mi córnea es delgada, no me puedo operar, la agudeza visual no va a disminuir tanto, todo va a estar bien. No contaba con lo que en verdad iba a pasar.

El día que por fin la retinóloga me dijo : Tienes glaucoma hasta no demostrar lo contrario, agradecí su franqueza. Me pregunté si así es como se sienten mis pacientes: me dió un futuro claro, y me dejó la tarea de acostumbrarme. 

No se, para ser sincera, si no he captado todo el asunto o si de verdad no me importa. Creo, creo, que la verdad es que no me importa. Si me sentí un poco mal ese día, pero no fué como la primera vez, como cuando me dijeron que no me podía operar nunca. También en aquel tiempo yo era emocionalmente inestable, todavía adolescente, y la palabra nunca era mala. Con la adultez viene una sensación pacificadora de que gracias a quién deba recibir las gracias, todo es finito. Nada es para siempre. 

Tranquilizar a mis papás, a mis hermanas, a Anaiis, de que estoy bien al respecto, me pareció en su momento un poco falso, pero cierto también. Si,tiendo a poner el bienestar de los demás antes que el mio, y entonces podría parecer que estoy en negación, pero no me siento asi. [[ jajajaja are you reading this? ]]]] 

Supongo que con el tiempo sabremos que pasa.
Mientras tanto

I have to see the most things I can